29. Lo que hay que hacer
Sin saberlo, basaba su vida en
ideas que no eran ni siquiera suyas. Creía que este conjunto de reglas eran
reales, cuando en realidad eran solo una forma particular de ver la vida.
Al creer que su forma particular de
ver la vida era la correcta, creía que aquellos que no la ven de esa manera
estaban equivocados.
Pero es muy complicada la vida de
quien tiene que defender sus ideas sin descanso: prácticamente no queda ni un
rato para el descanso.
Dijo que de un momento al otro le
pareció que había una manera más fácil de hacer las cosas y que consistía simplemente
en no hacer.
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