Por qué?
Si cada sonido que sale del parlante
se mezcla con el aire de la habitación
y viaja imperceptiblemente hasta mis oídos.
Si mis oídos resuenan con cada nota
dándome la oportunidad de sentir
(en vaya a saber uno que lugar escondido del cerebro)
lo que alguien en algún momento sintió.
Si en mi pecho golpea cada compás,
y respiro cada acorde.
Mi pierna se mueve sin órdenes
y mi cabeza lentamente sigue el ritmo.
Y ya está, no hay nada que hacer,
es la música la que dirige mi cuerpo.
Y mi cuerpo maneja el estado de animo,
y el estado de animo mis acciones.
Por qué bajar el volumen entonces?
Acaso hay algo mas importante que hacer?
Para qué insistir en volver a ver todo lo malo que pasa
si solo nos invita a escondernos?
16/05
No hay comentarios:
Publicar un comentario