Al mundo le chupa un huevo tus sueños,
pero tampoco le importan tus miedos y tristezas.
No le preocupan las cosas que uno cree importante
ni tampoco le importa el futuro.
Entonces cuando vivimos hundidos en planes,
preocupaciones y problemas,
estamos un nivel por debajo de la realidad;
sufriendo con la tarea de ser.
Todo lo que vemos es un espejo:
de nuestras creencias, prejuicios y experiencias.
Y todas esas cosas son subjetivas,
por lo tanto, no son reales.
Entonces, ¿Por qué no, simplemente ser?
10/08
Ah...bendito sea el día que se caiga el velo de nuestros ojos!
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